La tributación internacional exige un alto grado de especialización debido a su complejidad normativa y a la constante evolución del escenario global.
La interacción entre normas locales e internacionales plantea desafíos relevantes en la interpretación de los impactos fiscales derivados de operaciones transfronterizas y estructuras con presencia en múltiples jurisdicciones.
La evolución de los marcos regulatorios impulsados por el G20 y la OCDE —como las Acciones BEPS y los convenios multilaterales— exige a las empresas una comprensión precisa del nuevo entorno. En este contexto, destacan los recientes desarrollos sobre la imposición a negocios digitales (Pillar One) y el impuesto mínimo global del 15 % para grupos multinacionales (Pillar Two), con aplicación proyectada en diversas jurisdicciones.
Desde Andersen brindamos asesoramiento especializado en la planificación fiscal internacional, abordando tanto los efectos de los impuestos nacionales (como Ganancias o IVA) como las implicancias de las transacciones internacionales, la localización de activos y la estructuración de tenencias en entidades del exterior.