El debate legislativo
El Gobierno colocó sobre la mesa una nueva modificación del Impuesto a las Ganancias para negociar con los gobernadores. Pero, más allá de los cruces políticos, la clave es determinar cómo debe quedar este tributo luego de los desprolijos cambios que se adoptaron en los últimos años.
Según los gobernadores, el Gobierno propuso que se empiece a pagar desde un piso de $1,5 millones; cabe recordar que la reforma aprobada en plena campaña electoral el año pasado, elevó el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias a 15 salarios mínimos, equivalente a un salario mensual de $3 millones este mes, según el último incremento del salario mínimo a 202.800 pesos.
La consultora Econométrica recordó que con la aprobación de la nueva ley dejaron de tributar 800 mil asalariados, con un costo fiscal anual de 0,4% del PBI. Ahora tributan sólo 90.000 asalariados, menos del 1% de los casi 10 millones de asalariados registrados entre el sector privado (6,4 millones) y el sector público (3,5 millones).
Francisco Peris, Legal Director en Andersen, destaca en Infobae la necesidad de volver a instaurar el tributo con alícuotas razonables, actualización por inflación y equidad entre autónomos y asalariados.
«Resulta esencial definir un nuevo piso a partir del cual se tributa el impuesto a las ganancias, en base a un criterio de razonabilidad, que se ajuste a la realidad del ciudadano promedio en el país, en base a sus gastos de salud, educación, vivienda, vestimenta y alimentos”. Además, consideró que debería aplicarse el criterio de progresividad “característico de este tipo de tributo”.
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Francisco Peris
Legal Director
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